Praesidus A-11 Service Watch: el regreso del “reloj que ganó la guerra”
WATCH REVIEW
5/28/2025


Hay relojes que nacen para impresionar. Otros, como el A-11, nacen para cumplir una función, y lo hacen tan bien que acaban convirtiéndose en iconos. El Praesidus A-11 es una reinterpretación moderna, cuidada y respetuosa del reloj militar que marcó el pulso de la Segunda Guerra Mundial. Y como todo buen reloj militar, no busca complicarse, busca funcionar. Y lo hace de maravilla.
Pero antes de entrar en detalle en el Praesidus A-11, vale la pena detenernos a entender la historia de los relojes militares y, especialmente, el reloj que inspiró esta pieza: el A-11 original, uno de los modelos más emblemáticos jamás usados en combate.
Relojes militares: herramientas que hicieron historia
El reloj de pulsera, tal como lo entendemos hoy, no nació como un accesorio de lujo ni como una declaración de estilo o estatus. Su origen, por el contrario, está ligado más que a cualquier otra cosa a la necesidad militar.
Durante el siglo XIX, la mayoría de los relojes eran de bolsillo, y su uso estaba reservado a las clases altas. Sin embargo, a medida que las guerras se volvían más complejas y las operaciones más coordinadas, el tiempo pasó a ser una herramienta estratégica.
Fue principalmente durante la Primera Guerra Mundial (1914–1918) cuando los relojes de pulsera comenzaron a popularizarse en los ejércitos. Los soldados necesitaban ver la hora rápidamente, sin tener que sacar un reloj del bolsillo mientras sostenían el fusil o se desplazaban entre trincheras. Las primeras soluciones fueron rudimentarias: se les colocaban asas de alambre a relojes de bolsillo pequeños y se los aseguraba con correas de tela o cuero. Estos fueron los llamados trench watches (relojes de trinchera).
Terminada la Gran Guerra, los relojes de pulsera ya eran un estándar militar. Pero aún no existía una norma o especificación común ni un modelo universal. Cada país y cada rama del ejército tenía sus propios proveedores, diseños y criterios.
Durante los años 20 y 30, los avances tecnológicos (como mejores calibres, cajas más herméticas y luminiscencia más segura) permitieron que los relojes militares fueran más fiables, pero seguían siendo bastante diversos. Fue en esa época cuando empezaron a aparecer requisitos más formales, especialmente en ejércitos como el británico (con sus GS watches o General Service) y el estadounidense.
También las correas fueron sujeto de una nueva normativa y especificaciones concretas para poder ser usados en combate, dando lugar a iconos como los NATO straps (puedes leer todo sobre estos Aquí)
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